Butaca Due Più
Acerbis
Diseñador: Nanda Vigo
Procedencia: Italia
Año de Diseño: 1971
Tiempo de entrega de 6 a 8 semanas

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Desde 1.984 € - 2.127 €
La butaca «Due Più» de Nanda Vigo brilla con su estructura metálica minimalista, que destaca por su precisión geométrica. Cada línea y ángulo están meticulosamente diseñados para crear una composición armónica que juega con la luz, reflejándola en formas dinámicas. Esta estructura no solo cumple una función práctica, sino que también es una pieza de arte, mostrando la pasión de Vigo por la geometría y la interacción entre forma y luz.
El diseño de «Due Più» también se distingue por su audaz elección de materiales. La inclusión de pieles mongolas aporta un toque de extravagancia y originalidad, contrastando de manera intrigante con la estructura metálica. Las texturas únicas y los colores ricos de las pieles crean una combinación fascinante entre lo inesperado y lo moderno.
Actualmente, la butaca ha sido reeditada por Acerbis, con un enfoque en sostenibilidad y ética. El uso de acero reciclado y pieles provenientes de excedentes de la industria alimentaria refleja un compromiso con la economía circular. Esta adaptación no solo preserva el legado innovador de Nanda Vigo, sino que también lo actualiza con una conciencia ambiental y social contemporánea.
DESCRIPCIÓN
El asiento y el respaldo están acolchados con espuma de poliuretano de densidad simple en forma cilíndrica de Ø 19 cm tapizada en piel de cabra de Mongolia en blanco, negro y óxido. Esta tapicería da a los rodillos un efecto voluminoso y elegante. Marco de trineo en metal tubular de Ø3 cm con acabado cromado.
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Desde 1.984 € - 2.127 €
La colección Tokyo-Pop marca, en 2002, el debut en la escena internacional de Tokujin Yoshioka, considerado hoy uno de los maestros del diseño contemporáneo. El sofá, el sillón y sobre todo el diván y el taburete, olvidan la banalidad del moldeo rotacional para convertirse en esculturas. Formas inolvidables e insólitas.
En 1982, entre las reediciones, el sillón Genni, diseñado por Gabriele Mucchi en 1935, entró en el catálogo Zanotta. Este artículo llama la atención por su elegancia formal y su sorprendente modernidad continua.
Krysset, un ícono del diseño noruego, presenta una expresión única de piernas cruzadas y una exquisita artesanía, diseñado por Fredrik A. Kayser en 1955.
Zanotta y el diseñador Paolo Lomazzi han colaborado para reeditar la famosa butaca "cocoon", diseñada originalmente en 1984 por el trío De Pas, D'Urbino, Lomazzi, actualizando su forma y materiales. El resultado es Campiello+, una butaca giratoria caracterizada por un respaldo amplio y curvado que ofrece privacidad y comodidad, lo que la hace ideal para espacios residenciales y comerciales.
La butaca 42 fue creado por Alvar Aalto para el interior de un sanatorio de tuberculosis en la ciudad finlandesa de Paimio, actual casa museo Alvar Aalto
Lo inclasificable sufre el riesgo de quedar suspendido en el aire, sin un terreno firme al que pertenecer. Nanda Vigo habitó esos márgenes, quizás por su perfil interseccional, quizás por su ingenio más veloz que el coetáneo. Ni arquitecta; ni artista; ni diseñadora, sino todo al mismo tiempo. Desde esa tierra de nadie, la multifacética italiana mantuvo viva su estela y proyectó una peculiar percepción de los espacios, de la materia y de la iluminación, alzándose con el apodo que la haría tan eterna: la signora della luce.
Pero no es fosco todo lo que se desconoce. Tampoco incomprensible. A veces supone un halago ambiguo el destierro, sobre todo cuando otros lo combaten escarbando para devolver al foco público a figuras que merecen un reconocimiento hasta el momento censurado. Nanda Vigo fue una rara avis en una década donde mucha gente competía por ser clasificada de esa forma. Milanesa de nacimiento, estudió arquitectura en el Instituto Politécnico de Lausana y cursó una beca en San Francisco que la llevaría a la oficina de Frank Lloyd Wright, a quien criticaba sin tapujos: “Qué decepción, su despacho tenía una organización casi militar, era un déspota”.
En 1959, con tan solo 23 años, abrió su estudio en su ciudad natal y se introdujo de lleno en el Gruppo ZERO, participando en múltiples exposiciones a nivel global. Suelen recalcarse sus colaboraciones con Gio Ponti o Lucio Fontana, algo que no hace más que traer a la mente ese refrán de “mira con quién andas y te diré quién eres”, aunque Vigo defendía bien su imaginario: “Nadie me influyó en nada. Todas mis cosas son solo mías”.
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